jueves, 22 de enero de 2009

La Tierra


Y fui tuya la noche aquella
que nos perdimos el respeto
tu surcando mis complejos
yo dándote la boca mía.

Que cada vez se abría
lamiendo con embeleso
más turbabas mi osadía
mi cuerpo se puso tenso
Y fui fuente de tú sed
Tú mi niño travieso.

No dejabas de tocarme
traspasando mí embeleso
y sin darme un receso
con furia me retorcía.

Apuntaban mis montañas
a tus labios a tus besos
a tus manos a tu cuerpo
a tu fuerza a tu embestida.

Lujuria de mi fantasía
que me llevo al desvelo
sembraste en mí la semilla
que germino en deseo.

Toda la noche lloviendo
mojada, húmeda, derramada
y los ríos que aclamaban
dar de beber al sediento.

Gitana©Yhernand

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