Muro de Lágrimas
Sonriente me dirijo a mi trabajo;
luego de un mes por fin cae algo.
mi familia me besa y me persigna
“que te acompañe Dios, y la Virgen te bendiga”
Un camión nos espera en el sitio,
llegaremos al lugar, en una hora han dicho
mientras unos se duermen, otros platican
otros miran al cielo agradeciendo la dicha.
Nos espera tarea ardua
construir es algo que se lleva en el alma
hay que tener valor y la mano dura
ser fuerte, capaz y del sol una armadura.
Los moldes son grandes, de concreto armado
uno tras otros hemos paleado
sin saber para que, pues nadie comenta
el silencio también es una herramienta.
La una de la tarde, por fin el almuerzo
sándwiches de jamón, agua, jugo y café expresso
tenemos que avanzar, estaremos hasta tarde
no sé aunque tengo ganas, la espalda me arde.
Comienzan los comentarios, de un guardia he oído
se ríen sin que sepamos que un muro construimos
que nos mantendrá alejados, más bien sin dar el paso
al sueño que perseguimos, una mejor vida que anhelamos.
Las manos me están sangrando, no más que mi corazón
allí acabo la ilusión que se convirtió en dolor;
deje caer unas lágrimas sobre la construcción que alimenta
y entre el odio y la vergüenza quise desaparecer.
Note un río crecer haciendo surco en el marco
y es que todos llorábamos sin poderlo contener.
Bendita la suerte Dios, que hoy nos dio el permiso
de saber que por compromiso
Sonriente me dirijo a mi trabajo;
luego de un mes por fin cae algo.
mi familia me besa y me persigna
“que te acompañe Dios, y la Virgen te bendiga”
Un camión nos espera en el sitio,
llegaremos al lugar, en una hora han dicho
mientras unos se duermen, otros platican
otros miran al cielo agradeciendo la dicha.
Nos espera tarea ardua
construir es algo que se lleva en el alma
hay que tener valor y la mano dura
ser fuerte, capaz y del sol una armadura.
Los moldes son grandes, de concreto armado
uno tras otros hemos paleado
sin saber para que, pues nadie comenta
el silencio también es una herramienta.
La una de la tarde, por fin el almuerzo
sándwiches de jamón, agua, jugo y café expresso
tenemos que avanzar, estaremos hasta tarde
no sé aunque tengo ganas, la espalda me arde.
Comienzan los comentarios, de un guardia he oído
se ríen sin que sepamos que un muro construimos
que nos mantendrá alejados, más bien sin dar el paso
al sueño que perseguimos, una mejor vida que anhelamos.
Las manos me están sangrando, no más que mi corazón
allí acabo la ilusión que se convirtió en dolor;
deje caer unas lágrimas sobre la construcción que alimenta
y entre el odio y la vergüenza quise desaparecer.
Note un río crecer haciendo surco en el marco
y es que todos llorábamos sin poderlo contener.
Bendita la suerte Dios, que hoy nos dio el permiso
de saber que por compromiso
hacíamos el muro que un día
de forma difamatoria el mundo bautizaría
“El muro de la discordia”.
Yhernández©
No hay comentarios:
Publicar un comentario