He vuelto a despertar con el calor de tu aliento en mi espalda y mi cuerpo, acomodado al tuyo. No quiero abrir los ojos para seguir en la complicidad de esta entrega mientras escucho tus latidos en mi pecho, despertando mi piel al deseo en cada compás…te mueves solo para abarcar con tus alas las distancias si alguna, que nos separan…rozas llamas, te quemas en ellas, besas mi cuello.
Suspiro dejándome caer en tu hoguera y somos uno. Desentendemos el tiempo de los compromisos mientras nos absorbemos a besos y roces obligatorios; y somos uno volando al mismo cielo, bajando a los infiernos, aspirando sorbos de partículas flameantes que nos circundan, y en un galope desenfrenado donde no existen más palabras que nuestros suspiros, somos uno.
Me aferras a tu lado, besas mis labios con tu cabeza recostada en mi pecho. Aún sin palabras sé cuánto 'me amas, cuánto te amo, y somos uno.
Yolanda©
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Prosa
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